Por aquí estamos de vuelta, seguimos con la "cuarentena" impuesta por este bichito pesado que no quiere terminar de irse y nos ha puesto a la vida del revés en cuestión de un abrir y cerrar de ojos..., pero, como hay que comer y cuidarse, y aunque ahora la mayoría tengamos tiempo para disfrutar con los placeres de cocinar...y de comer, jeje, aquí les traigo una receta, fácil, fácil y barata...importante también, y......por supuesto, buenisima...
Ingredientes:
Muslos de pollo, (calcular mínimo 2 por persona).
1 cebolla mediana o 1 cebolleta grande
1 manojo de perejil
sal y pimienta
Aceite de oliva
El zumo de 1 limón
Medio vaso de vino blanco, o limoncello (es lo que yo he usado), o de cerveza.
Preparación:
Precalentar el horno a 200 grados.
Colocar los muslos de pollo en una fuente suficientemente amplia como para que quepan todos unos al lado de otros (no ponerlos unos encima de otros).
Meter en un vaso de minipimer o batidora, la cebolla cortada en cuatro, el manojo de perejil entero, el zumo de limón, y el alcohol elegido, (yo he usado Limoncello porque lo hago yo misma y tengo mucho y tiene un punto dulzón muy rico, pero podéis poner lo que más les guste), salpimentar a gusto y añadir un chorro de aceite de oliva virgen extra.
Batir hasta conseguir una pasta semilíquida, si ves que queda muy espesa, añadir más líquido, bien, más vino, cerveza o licor o si quieren, un poco de agua.
Poner esta mezcla por encima de los muslos de pollo.
Yo le puse un poco de brócoli como pueden ver en las fotos, porque me gusta mucho, pero si tienen champiñones le va fenomenal también.
Y...al horno una hora. A mitad de cocción darle la vuelta a los muslos y si necesita más líquido, pues le añaden un poco de agua o el alcohol que hayan elegido.
Y...a disfrutar...
Como acompañamiento yo elegí arroz blanco, que con la salsita está buenísimo, pero pueden ponerle papas fritas o hervidas...lo que más les guste.
Pintón eh?
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