miércoles, 11 de diciembre de 2013

Pimientos del piquillo rellenos de brandada de bacalo

Hace unas semanas hice un curso de cocina en el restaurante La Tegala de Germán Blanco, en Tias, Lanzarote.
Cocinero increíble y restaurante delicioso donde además del maravilloso ambiente que hay, se disfruta de una experiencia gastronómica impresionante.
Para los que nos gusta comer, y comer bien, este es un sitio imprescindible al que acudir, si venís Lanzarote de visita o, por supuesto, si vivís aquí en la isla.

Pues como decía, hice un curso maravilloso, donde cada receta era un deleite para los sentidos y el paladar, y entre ellas, estaba la de la brandada de bacalao. Me sorprendió lo fácil que es y el juego que da.
Yo he utilizado para esta receta lomos de bacalao congelado, simplemente los he descongelado y he seguido la receta, pero si conseguís bacalao fresco o salado, pues mejor, lo que debéis de mirar en el desalado del pescado cambiando varias veces el agua hasta conseguir el punto de sal que queráis.


Ingredientes:

15 unidades de pimientos del piquillo
3 dientes de ajo
300 gr de bacalao
200 ml de aceite de oliva
pimienta cayena
100 gr de nata

Preparación:

Confitamos el bacalao en el aceite de oliva, a unos 70ºC. Metemos el bacalao en el aceite y cuando empiece a hervir, en unos 5 ó 6 minutos estará listo. Dependiendo del grosor de la pieza.
En una sartén, ponemos un poco del aceite donde hemos confitado el bacalao y doramos los ajos laminados y la pimienta de cayena. Es importante que el ajo no tome color, ya que amarga.
Retiramos el ajo y la pimienta del aceite, y apartamos el aceite del fuego.
Vamos añadiendo a este aceite el bacalao desmigado y se escucha con un tenedor.
Se pone la mezcla en un vaso batidor y se le va añadiendo poco a poco el aceite donde hemos confitado el bacalao. Lo vamos montando batiendo con la minipirmer, despacio. Cuando tengamos una pasta espesa, le añadimos la nata, batimos y listo.

Ponemos la mezcla en una maga pastelera que nos ayudará a rellenar nuestros pimientos más fácilmente.

Montar el plato y…¡a disfrutar!